No hay ninguna duda de que nos encontramos en un sistema educativos donde hay puntos importantes que son necesarios cambiar. No obstante, de nada sirve quejarse y no movilizarse, si hay alguien que debe estar interesado en mejorar este sistema somos nosotros, pues en un futuro cercano somos los que vamos a tener que trabajar para él y por consiguiente, estaremos sometidos a sus normas y leyes. Por ello, hay que colaborar, proponer iniciativas para que sea posible el cambio y podamos trabajar como realmente merecemos nosotros y los alumnos.
Así pues, un ejemplo de iniciativa es el que nos propone José Antonio Marina en su Libro blanco de la profesión docente. En este documento nos ofrece diversas propuestas de mejora educativa, tratadas y comentadas alguna de ellas en una de las practicas realizadas en clase. Personalmente me tocó la propuesta decimoquinta, donde se trata la carrera docente. Esta propuesta parte de la idea de desarrollar dicha carrera a través de tres vías: progreso académico (de maestro a coordinador, de coordinador a jefe de estudios, etc), progreso en la gestión docente (de profesor a director, de director a inspector de gestión, etc) y progreso en el mismo puesto de trabajo.
Esta última vía es quizá la más diferente con respecto a nuestro sistema educativo actual, pues se trata de no acender a otros puestos superiores como hemos visto en los casos anteriores, sino en mantenerse como docente. El hecho de que esto sea así se debe a que ese profesor lo merece, es decir, vale realmente para ese puesto en el que se encuentra, sabe ejercer como docente, y eso debe valorarse y premiarse de algún modo. Pues bien, la propuesta que nos ofrece J. A. Marina, que se de una remuneración a estos profesores para que ellos mismos sientan que están haciendo bien su trabajo y que se está valorando. No es necesario hablar de premio económico, simplemente de un reconocimiento que haga mantener la motivación del docente porque ¿a quién no le gusta que sus actos se valores y se reconozcan? es la mejor manera de seguir funcionado bien, o incluso, de seguir mejorando.
Así pues, un ejemplo de iniciativa es el que nos propone José Antonio Marina en su Libro blanco de la profesión docente. En este documento nos ofrece diversas propuestas de mejora educativa, tratadas y comentadas alguna de ellas en una de las practicas realizadas en clase. Personalmente me tocó la propuesta decimoquinta, donde se trata la carrera docente. Esta propuesta parte de la idea de desarrollar dicha carrera a través de tres vías: progreso académico (de maestro a coordinador, de coordinador a jefe de estudios, etc), progreso en la gestión docente (de profesor a director, de director a inspector de gestión, etc) y progreso en el mismo puesto de trabajo.
Esta última vía es quizá la más diferente con respecto a nuestro sistema educativo actual, pues se trata de no acender a otros puestos superiores como hemos visto en los casos anteriores, sino en mantenerse como docente. El hecho de que esto sea así se debe a que ese profesor lo merece, es decir, vale realmente para ese puesto en el que se encuentra, sabe ejercer como docente, y eso debe valorarse y premiarse de algún modo. Pues bien, la propuesta que nos ofrece J. A. Marina, que se de una remuneración a estos profesores para que ellos mismos sientan que están haciendo bien su trabajo y que se está valorando. No es necesario hablar de premio económico, simplemente de un reconocimiento que haga mantener la motivación del docente porque ¿a quién no le gusta que sus actos se valores y se reconozcan? es la mejor manera de seguir funcionado bien, o incluso, de seguir mejorando.
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